LA INICIACIÓN TRANSVERSAL
PRUNUS FLORECIDO |
Cuando pasas
horas en meditación se producen cambios en la conceptuación de las cosas más
intrascendentes. Es como si vieras más claro y más profundo transcendiendo de
lo que ves tridimensionalmente. En estas circunstancias eres capaz de no
limitar tu existencia a lo circunscrito por lo que se llama el nacer y el morir
pudiendo vislumbrar, aunque sea temporalmente, algo que te queda como un poso
de enamoramiento fugaz pero que te hace acudir una y otra vez para rememorar
ese espacio tiempo transversal.
Experimentalmente
lo cotidiano baja su intensidad y cosas que parecen tener valor en el día a día
se convierten en un sueño cotidiano, o sea, el espacio que algunos llaman
descanso pero para los que conocen ciertas prácticas meditativas es meditación transversal
inconsciente.
Mi experiencia
en la meditación dinámica me hace ver los movimientos visionarios surgidos de
mentes humanas como caricaturas de la realidad, llamando realidad al todo compuesto
y no solo a lo cotidiano, y cada vez soy más consciente que la experiencia personal
sin aprendices de maestros o almas caritativas que no saben a dónde se dirigen, es
la vía acertada para transcender si ese es nuestro deseo en este mundo limitado
y distorsionado.
Si dentro
de la meditación podemos contactar con la realidad consciente es posible ser
iniciado transversalmente, de manera que cada vez que meditamos somos capaces
de bañarnos en una realidad multidimensional no repetible en lo cotidiano. Eso podría
ser la señal inequívoca de que de las llamadas iniciaciones humanas hemos
pasado a las iniciaciones no humanas, consideradas estas últimas como
transversales pues atraviesan todos nuestros propios cuerpos, físicos y no físicos.