VENDIENDO AIRE
ROSAL SALVAJE EN MI PROPIEDAD FOTOGRAFIADO ESTA MISMA SEMANA |
A veces ves a tu alrededor verdaderos encantadores de serpientes vendiendo
aire a pobres inocentes buscadores de no se sabe bien el qué. Esos vendedores
de aire utilizan las más embelesadas palabras para vender proyectos ilusorios a cándidos e inocentes creyentes en el más allá
sin otro miramiento que el rápido ascenso a la gloria desconocida. Proyectos sin
base ni conocimiento que transmitir, suplido por una inconsciente y persistente
necesidad de ser necesario a no se sabe bien a qué ni porqué. Son los nuevos
salvadores disfrazados de buenos chicos.
Será que algunos han recibido el don de la divinidad compartida y
poseedores de la varita mágica transforman la lectura y el proyecto en la solución
a todas las preguntas de los seres humanos dejando, eso sí, sus propios y más
elementales quehaceres y obligaciones al pairo del aire que sopla de aquí para allá.
Observemos esos vellocinos de oro de nueva cuña que libro en mano prometen paraísos
aunque se reservan el resultado al azar que ni ellos ni los lectores podrán controlar
por la distancia y el olvido y solo quedará la expectativa del duro y puro
negocio siempre marcado por la vil moneda. Pronto el tiempo como siempre les habrá
consumido la moneda y el aire seguirá siendo gratuito.