FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO
Cuando se medita por la noche en silencio y en mitad del campo las
sensaciones que la mente te muestra son muy diferentes a las habituales de
nuestra vida cotidiana. Es una pena no experimentar mientras se tiene vida y
consciencia aquellas cosas que existen pero que desconocemos. El otro día por
fin un zorro decidió darse a conocer aunque con las debidas precauciones por
ambas partes pues no hemos sido presentados. El tiene una ventaja y es que su
olfato cuando se haya acostumbrado a mi presencia perderá el miedo y hasta es
posible que se acerque hasta mí. Yo estaba dejando fluir mi interior explorando
un mundo desconocido que ahora en medio de la obscuridad temprana nos concentra
más si cabe. Dentro de poco el solsticio de invierno cruzará en nuestro horizonte
vivencial para empezar el recorrido hacia el solsticio de verano. Los campos
donde suelo ir a meditar empiezan a estar verdes pues la semilla ha brotado. Os
deseo un FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO.