SASSUWUNNU

 


Caminando hacia la finca la Serra estaba filosofando sobre la vida y la muerte. Algunos amigos míos habían fallecido por la pandemia y eso no me lo apartaba de la mente. Iba acompañado como siempre por mi gata Bruna y mi homúnculo y empezamos a meditar andando.

El primer pensamiento que nos vino a la mente fue ante aquel inmenso plano y el silencio que nos cubría era la inmensidad del universo. Yo le pregunté a mi gata sabía si sería posible implantar en el cerebro conocimiento y que no fuera necesario tener que estudiar y memorizar.

Bruna me miró con sorpresa y rápidamente me contestó. Eso esta en los planes evolutivos del ser humano, en un tiempo indeterminado podrás adquirir la experiencia de cualquier cosa. Pero eso has de tener en cuenta que solo se da cuando has pasado de plano y tu mente no exista. Digamos que abandones la matrix.

Esto me dijo la Maestra Bruna mientras seguíamos caminando. Continúo diciéndome si conocía la palabra SASSUWUNNU, le dije que no, pero la mismo tiempo que la pronunciaba algo se estremeció en mi interior. Le pregunté por su significado y me dijo que la manera de pronunciar no era exacta para evitar problemas mayores. Es el demonio de Babilonia con cara de serpiente y cuerpo de pez. Se utilizaba para adquirir conocimientos sin necesidad de estudiar o memorizar.

A donde me quieres llevar, le dije, mientras mi homúnculo escuchaba con las orejas multidireccionales dirigidas hacia Bruna. Esta siguió contándome que el compositor Schönberg en su complicado ejercicio de asociaciones numerológicas y musicológicas arcanas intentaba descifrar el entuerto. De facto hasta Kandinsky hacia el mismo trabajo con el color. Ambos se esforzaban en llegar en sus campos de trabajo a buscar algo muy sencillo de encontrar.

Seguimos caminando y de pronto se encontró una tela de araña muy grande con su titular agazapada esperando comida. Bruna me dijo, sabes que esa tela emite un sonido lógico con preguntas y respuestas, de comunicación entre ellas. Yo lo entiendo y ahora al acercarnos la araña se ha puesto en atención. Lo que intentaba Schönberg las arañas lo han solucionado solas y hace millones de años.

Nunca había oído decir esta historia de que las telas de araña emitían sonidos. Me añadió, las mariposas en sus colores no te creas que son aleatorios. También ellas con un ejercicio binario de diseño juegan con sus colores con fines reproductivos o comunicativos. O sea que Kandinsky andaba buscando lo que las mariposas hace siglos lo tienen en sus alas.

Al llegar a esta conclusión me añadió, la mayoría de los pasos evolutivos del ser humano ya están escritos en la naturaleza. El poder volar no lo inventaron los hermanos Wright, faltó lo de siempre en el ser humano, que necesite algo para que lo encuentre.

Lo mismo pasará con el coronavirus, añadió, lo que necesitáis es más física cuántica, mas SASSUWUNNU para que halléis pronto la solución a esta pandemia. Mi homúnculo me miró y me dijo, quizás la gata Bruna tenga razón, estos saben lo que al ser humano se le escapa.

Y seguimos caminando hacia la finca de trufas.

 

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