EL FRACTAL DE LA REALIDAD



Tengo costumbre de retirarme a meditar con mi Maestro a una finca aislada en medio del campo sin núcleos habitados alrededor. Solo los animales son nuestros compañeros por la noche. Una pequeña stupa construida con mis manos marca el punto telúrico más favorable después de mucha búsqueda. Es una zona de cielo muy limpio, cuando está despejado se puede ver las estrellas perfectamente. A muy pocos kilómetros hay un observatorio astronómico y a la misma distancia en sentido contrario un centro budista. A menos distancia hay un comedero de buitres donde un par de veces a la semana les llevan despojos de animales. De día se pueden ver de cerca. En este espacio ideal mi Maestro me dirige en mi camino hacia el otro lado.

Cada día que vamos a meditar a este lugar le hago preguntas sobre temas que me parecen interesantes y que sin embargo en la vida cotidiana parecen no tener importancia. Este fin de semana le pregunté:

Maestro, ¿solo con conocimientos intelectuales podemos entender la vida?

No, pero existen coordenadas de pensamiento abstracto que podemos utilizar para comprender la vida. Las religiones y las órdenes esotéricas lo han intentado pero los resultados no han sido los pretendidos. Está demostrado que el trabajo y esfuerzo en solitario son más efectivos que las salmodias, oraciones y rituales.

¿Cómo podemos conseguir lo que no nos dan las religiones y otros medios intelectuales?

Nuestra composición física está dotada de elementos que se deben trabajar por medio del silencio y la meditación. De esta manera nuestro Ser puede empezar a manifestarse y a hacernos comprender el porqué de la existencia. Un trabajo muy interesante es con nuestra glándula pineal, en realidad un tercer ojo, que ahí está para algo. Para trabajar con ella lo ideal es la meditación en la obscuridad con los ojos abiertos.

¿Solo concentrándonos en la pineal podemos conseguir objetivos que transciendan?

El siguiente paso es el trabajo arquetípico con espirales cósmicas y fractales que podemos observar en la naturaleza en un principio, aunque más adelante podemos trabajar con fractales específicos de funciones creativas. Lo ideal es la meditación en soledad y silencio forzando a nuestra mente pues parece no gustarle este esfuerzo. No olvidemos que el trabajo de la mente es entretenernos con miles de pensamientos diarios para mantenernos en la ilusión de esta vida limitada y además acotada en el tiempo.

¿Estas experiencias pueden hacernos vislumbrar nuestra existencia real?

Realmente si, de una manera no intelectual se puede trabajar con las imágenes lo mismo que con la arena y el sonido. En un estado de meditación profunda la neuroplasticidad se pone en marcha impregnando a posteriori también nuestro intelecto. De esta manera cuando estás en estado de vigilia entiendes cosas que de otra manera no entenderías. Dentro de un tiempo no se estudiará en las universidades. Se buscaran estados de conciencia bien planificados y estratificados donde por medio del desarrollo de los fractales se podrá transmitir el conocimiento. Esta es la base del universo. 
  


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